Reflexiones:

En la presencia de Dios

Porque en la vida existe Dios, quien puede amar incondicionalmente. Es tal su amor que te perdona y te sigue dando aliento. Jamás dudes de la presencia de Dios, pues Él habita donde hay una persona humillada, arrepentida y que le brinda una alabanza plena.

Es hermoso sentirse pleno cuando se ora. A veces el sueño o la pereza vienen a querer obstruir la oración, porque el enemigo sabe que cuando se ora las cadenas son rotas, se llega a sentir una paz que se vuelve inagotable.

Cuando lloras sin razón aparente delante del Señor, es porque su presencia te invade. La presencia de Dios es tan bella e irresistible que las palabras no alcanzan a describirla, es por eso que la llamamos INEXPLICABLE y lo único que se nos viene a la mente es llorar, llorar sin cesar; eso sientes cuando te metes en el río de Dios y el Espíritu Santo te insta a que necesitas seguir profundizando en su río de agua viva. 

Sucede que cada vez que quieres meterte más con Dios, te llega la pereza y el desánimo, claro que eres consciente de tu letargo y te desesperas, sin embargo, intentas arrodillarte a orar y no te salen palabras. Esas son señales de que te estás durmiendo espiritualmente.

Mi llamado a ti, lector, es que luches contra la pereza, lucha y pide a Dios ayuda, así vencerás. Ponte horarios y disciplínate, porque Dios es un Dios de orden.

 

NO TE OLVIDES DE LAS PROMESAS QUE LE HAS HECHO A DIOS, QUE ÉL TAMPOCO SE OLVIDA DE LAS QUE TE HA HECHO A TI.

Dios te bendiga. 

 

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